Entrevista por Mauricio Montes para Sputnik en Español, sobre el escenario de intervención en Venezuela. Pltgo. Oswaldo Espinoza.
Entrevista por Mauricio Montes para Sputnik en Español, sobre el escenario de intervención en Venezuela. Pltgo. Oswaldo Espinoza.
Docente Investigador UBV/CEPEC/CIM
Las preguntas:
1) ¿Cree que sea posible se concrete una intervención militar en el país antes de las elecciones presidenciales de EEUU?
Hace un tiempo presenté los escenarios de una posible intervención militar en Venezuela para https://tableroordenmundial.blogspot.com/ y alainet.org, pero está claro que la proximidad de las elecciones parlamentarias en nuestro país y presidenciales en Estados Unidos, aunado a los últimos acontecimientos regionales y globales amerita un análisis más detallado de este escenario especifico; Al respecto considero que la posibilidad de intervención militar antes de las elecciones va a depender de múltiples factores entre los que destacan la carrera electoral presidencial en EEUU, básicamente centradas en las posibilidades de reelección del Presidente Trump, pues si estas se ven comprometidas existe el riesgo de una aventura militar que permita exhibir una victoria en política exterior que impulse la popularidad del candidato Republicano; por otra parte también dependerá del desarrollo de los otros múltiples escenarios de confrontación en los que se encuentra involucrada la administración actual, tanto en el campo internacional como en el interno. Finalmente pienso que un elemento clave para este escenario serán las expectativas de la Casa Blanca con los resultados en las parlamentarias en Venezuela, ya que si bien la posición oficial es la de apoyar a Guaido y la opción abstencionista, en el fondo un resultado potencialmente favorable a la oposición podría servirle de excusa perfecta a Trump para cambiar su agotada apuesta por la formula Guaido, haciendo postergable una intervención antes de las elecciones, aunque sin quitarla de la mesa de opciones; por el contrario una potencial victoria oficialista podría ser el detonante definitivo para intervenir. En todo caso de producirse tal intervención estaríamos frente a una modalidad de guerra tercerizada, mejor conocida como proxy.
2) ¿Son solo las elecciones de Estados Unidos las que precipitarían una intervención o hay otros factores geopolíticos globales en juego?
Venezuela tiene un papel muy importante en el proceso de reordenamiento del tablero político mundial, siendo fundamental tanto para la recuperación de todo el continente americano bajo la zona de influencia directa y exclusiva de los Estados Unidos en el marco de la renovada doctrina Monroe, que implica a su vez la expulsión de China y Rusia de este lado del mundo; de igual forma la República Bolivariana representa un enclave de la presencia en América de las potencias que los estadounidenses considera sus rivales estratégicos, lo cual deja a nuestro país en la encrucijada geopolítica mundial. Sin lugar a dudas la tensión de la guerra comercial extrema con China y las demostraciones de poder militar entre ambas potencias en el disputado mar del sur del gigante asiático, así como la reacción rusa a la acuciante presión del bucle de la anaconda de la OTAN en sus fronteras, o la decidida respuesta de Irán a la política de presión máxima y el frustrado intento de renovar el embargo de armas contra la república islámica, constituyen elementos que inciden en el escenario de la intervención en Venezuela, en la medida en que ante las derrotas comerciales y diplomáticas en el terreno geopolítico, Estados Unidos podría optar por el eslabón más débil de la cadena para buscar su “pequeña guerra victoriosa”. Agregue a todo ello las consecuencias sociales, políticas y económicas de la pandemia, cuya mala gestión interna (USA, Brasil, Colombia) podría incentivar al hegemon y a los vecinos a participar en una aventura militar para desviar la atención de sus poblaciones.
3) ¿Cómo cree que se concretaría estas acciones militares, donde Estados Unidos utilizará a Colombia y otros ejércitos de la región para llevarla a cabo según algunos analistas?
Los Estados Unidos y nuestros vecinos han venido creando las condiciones para ir preparando el escenario de una posible intervención en Venezuela, desde la declaración de nuestro país como una amenaza inusual y extraordinaria, hasta la descabellada acusación de las principales figuras del gobierno como narcotraficantes, que sirve de excusa para el bloqueo naval en el Caribe; las acciones de Guyana sobre el Esequibo, a instancias del Reino Unido; Brasil y el reciente cambio de su doctrina militar que contempla la posibilidad de intervenir para solucionar situaciones en la región; además de Colombia y la extensa presencia militar estadounidense en su territorio que representa la plataforma ideal para iniciar el proceso intervencionista; al fin y al cabo solo faltaría el casus belli, pero para eso bastaría uno de los famosos falsos positivos; con todo lo expuesto resulta obvio que ya se cerró un anillo de presión contra Venezuela en todos sus flancos.
En términos puramente militares está claro que dadas las enormes diferencias de potencial bélico, si los Estados Unidos intervinieran directamente terminarían imponiéndose, aunque no sin antes pagar un inesperado alto costo para el Pentágono, en todo caso ese no es el escenario planteado en este análisis; por su parte tanto Colombia, como Guyana y Brasil conocen del potencial defensivo de Venezuela (con la mejor zona de negación de acceso de área A2AD de la región) por lo que únicamente darían ese paso con la aprobación y la garantía del respaldo extraoficial de Estados Unidos como potencia proveedora de recursos, armas y personal en la figura de mercenarios ahora rebautizados como “contratistas”; por esta razón lo más probable es que el asedio comience en forma conjunta en todas las fronteras arguyendo viejos diferendos territoriales e incluso razones humanitarias, ayudando a insurgentes locales y desertores a crear zonas liberadas en las fronteras, de la mano de insurrecciones urbanas en las principales capitales con el objetivo de provocar el colapso institucional del gobierno y las fuerzas armadas.
4) ¿Cuál cree que se será el comportamiento de los aliados de Venezuela?
En
este sentido es necesario considerar 3 variables: Nivel de compromiso,
capacidad de respuesta y de proyección de poder, y finalmente distancia
geográfica. Nuestros aliados más cercanos son Cuba y Nicaragua, ambos tienen un
alto nivel de compromiso con el proceso venezolano y están ubicados en la misma
región de la cuenca del Caribe, no obstante su capacidad militar resulta
bastante más limitada, por lo que es seguro que ante una intervención armada
ambos aliados se pronunciaran con firmeza en el terreno diplomático sin poder
hacer mucho más; ahora bien, dada la experiencia en la lucha anti imperialista
de ambas naciones, es probable que consigan la manera de sumarse a la
resistencia aportando voluntarios e inteligencia militar; más de eso no podemos
esperar por cuanto debemos recordar que ambos países enfrentan sus propios
problemas de asedio y acoso geopolítico estadounidense.
Rusia
y China son los aliados más fuertes con los que cuenta Venezuela, sin olvidar a
Irán; todos ellos son considerados como rivales estratégicos de los Estados
Unidos, y con todos mantiene tensas relaciones producto de la política de
presión máxima a través de las mal llamadas sanciones y el acoso militar
disfrazado de libertad de navegación, injerencia en asuntos internos y la
supuesta presencia y apoyo militar a los vecinos en nombre de la protección
solidaria de esos países; Las tres naciones han manifestado su respaldo a la República
Bolivariana (cada una en su muy particular tradición diplomática), el problema
aquí son las enormes distancias que nos separan de estos aliados, simplemente
estamos muy lejos de las zonas de influencia inmediata de todos ellos, no somos
Siria a la que Moscú pudo acudir con rapidez y mantener los canales necesarios
para garantizar la presencia armada en contra de los insurgentes y como disuasión
contra potencias rivales, por otra parte el componente más importante de
proyección de poder es la naval y la armada rusa apenas comienza su proceso de
reconstrucción después del colapso de la URSS, solo el ala submarina conserva
buena parte de su fuerza global pero dada su naturaleza no es la más indicada
para las tareas de proyección de fuerza. China tiene una armada cada vez más
moderna y numerosa pero tampoco está en capacidad de proyectar poder más allá
del pacifico y el índico, de Irán baste decir que apenas cuenta con capacidad
defensiva en el golfo pérsico y el mar arábigo. En definitiva estos aliados
mucho más poderosos pero lejanos, también se pronunciarían en el terreno
diplomático, tal vez compliquen las operaciones de Estados Unidos en sus zonas
de influencia, pero lo que realmente se requeriría sería que con su presencia
física disuadieran a los países atacantes de emprender la aventura, aunque como
vemos esta estrategia depende de la capacidad de proyectar poder hasta nuestra
región. Para los que piensen que en caso de contar con la proyección de fuerza
de China o Rusia, esto significaría una guerra abierta entre súper potencias,
deben recordar que según el escenario planteado en esta entrevista, los Estados
Unidos no estaría oficialmente involucrado en las operaciones militares, por lo
que la presencia de estas fuerzas no implicaría una declaración automática de
guerra.
Por
último permíteme agregar que es seguro que los aliados globales están evaluando
la gestión de la crisis venezolana, y no me refiero solo al coronavirus, por lo
que el balance que hagan del manejo interno de la situación podría incidir en
la respuesta potencial a una posible intervención.
5) ¿Qué medidas recomendaría para hacer frente a estas amenazas?
Creo
que en materia militar ya se están tomando las medidas necesarias a partir de
los recursos disponibles; más importante aún es mantener y consolidar el
compromiso de las fuerzas armadas con mantener el orden constitucional y su
voluntad inquebrantable de defender el territorio de la Patria y resguardar la
soberanía venezolana; las experiencias recientes de Honduras y Bolivia
demuestran que aún con el apoyo legitimador del pueblo y bajo el amparo de la
constitución y las leyes, si no se cuenta con la lealtad de las fuerzas armadas
los procesos simplemente se perderán; evitar o disminuir las posibilidades de
traición es una prioridad en esta coyuntura. Aun así, organizar alguna visita o
ejercicio militar conjunto con los aliados antes de Octubre no estaría demás; e
incluso contar con misiones médicas militares rusas o chinas en el marco de la
lucha contra la Covid-19 (como ocurrió en Italia con los efectivos rusos)
podría contribuir como elemento disuasor.
Ahora
bien, más allá de las medidas defensivas considero que lo más importante es
atender la situación interna, el pueblo venezolano ha demostrado una asombrosa
madurez y capacidad de resistencia ante la guerra de cuarta generación en todas
sus variantes aplicadas contra la patria de Bolívar, que ha conducido a la
población a unas condiciones de precariedad que ya alcanza niveles
sencillamente insoportables; ciertamente que la mayoría de los venezolanos es
consciente del papel de las sanciones en la crisis pero aun así el gobierno
debe resolver, o al menos paliar como sea posible, los problemas más graves y
apremiantes de la población, como el suministro de gas doméstico, combustible y
alimentos; más urgente todavía es el proceso de dignificación del salario de la
clase trabajadora. La estrategia de defensa integral y guerra de todo el pueblo
implica no solo el nivel de compromiso y patriotismo, ampliamente demostrado
por los venezolanos, sino que también incluye la calidad de vida digna de la
población, su bienestar y felicidad; obviamente siempre en la medida de las posibilidades,
pues el pueblo entiende las limitaciones que impone la crisis multidimensional
nacional y mundial, pero también necesita sentir que desde el liderazgo se hace
lo imposible para corresponder a su lealtad y compromiso.
Por
último no hay que dejar de hacer la labor diplomática, es necesario continuar
con la denuncia oportuna y precisa de los movimientos y componendas de los
actores externos e internos interesados en promover una aventura militar
subsidiaría; de igual manera, resulta fundamental comunicar al pueblo
venezolano de forma honesta y pertinente sobre las medidas que están tomando;
así como aquellas que resulta imprescindible tomar para gestionar la crisis interna y enfrentar
las amenazas externas.
Pltgo. MSc. Oswaldo Espinoza.
Docente/investigador UBV/CEPEC/CIM.
Administrador de los blogs https://
Colaborador en espacios de opinión de Alainet.org, otrasvoceseneduca
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