Ruido de Sables y Tambores de Guerra a Escala Global. Pltgo. Oswaldo Espinoza.
Ruido de Sables y Tambores de Guerra a Escala Global.
Pltgo. Oswaldo Espinoza.
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El 2.020 será recordado
históricamente, hasta ahora, como el año de la pandemia global de la Covid-19;
sin embargo esta realidad innegable y abrumadora ha dejado en un segundo plano
otros procesos mundiales que resultan ser tanto o más trascendentales para el
destino de la humanidad; así, la crisis estructural del capitalismo y la
economía mundial, que algunos pretenden asignar al coronavirus, con el
consecuente aumento de la pobreza y la ampliación de la brecha social que
produce la exclusión de las grandes mayorías en favor de un muy pequeño sector
de privilegiados; el calentamiento global, cambio climático y demás impactos de
la lógica suicida de explotación inmisericorde de la naturaleza racionalizada a
través del dualismo cartesiano. Otros procesos a los que no se les está
prestando la debida atención son los relacionados con el aumento de la tensión
en la actividad geopolítica mundial.
Este año ha visto como escalan
viejos y nuevos conflictos en prácticamente todos los continentes habitados, lo
cual ha hecho que el sonido del ruido de sables y tambores de guerra vaya
tomando volumen a medida que pasan los meses; muchos los factores que inciden
en estos procesos geopolíticos, y la pandemia no es el principal responsable
del fenómeno; de hecho obedecen al reordenamiento del orden mundial, que se
puso en marcha desde el fin de la bipolaridad de la guerra fría, y evoluciono
del momento unipolar de hegemonía incontestable de EEUU con la excusa de la
guerra contra el terrorismo, a esta nueva, e inestable confrontación entre un
imperio que retrocede y se resiste a perder su condición de hegemon mundial, y
los poderes emergentes y renacidos Eurasia, aderezados por un número importante
de potencias regionales con peso significativo
en sus zonas de influencias. En este marco la política exterior asumida por la
administración Trump no ha hecho más que incrementar las tensiones en todo el
globo, lo cual resulta irónico considerando la doctrina jacksoniana de Trump
que prioriza los asuntos internos y exige el regreso de las tropas con la
consecuente disminución de la participación en conflictos “ajenos”.
Repasemos los procesos
geopolíticos que se encuentran en escalada en todo el mundo:
El Acoso de la OTAN a Rusia: Con el final de la guerra fría la OTAN
se comprometió a no extenderse cerca de las fronteras rusas, una promesa
totalmente violada desde el comienzo con la excusa de la amenaza rusa sobre
Europa, sobre todo después de la reunificación de Crimea; así la organización
atlantista se expandió incluyendo las ex repúblicas soviéticas del este europeo
y promoviendo en Polonia y las naciones bálticas un profundo sentimiento anti
ruso, orquestó el maidán ucraniano rompiendo la unidad eslava y tomando
posición a las puertas mismas de Rusia, incito el conflicto entre Georgia y
Osetia del sur, y permanentemente aumenta su presencia militar en bases entorno
a la frontera occidental del oso ruso.
Este año la OTAN ensaya ataques
contra Rusia con sus bombarderos en el Mar Báltico, el Mar Negro y el Océano
Ártico, estos ya no son solo misiones de provocación con aviones espías sino
auténticos ejercicios bombardeo nuclear con misiles de crucero con la
participación de hasta tres bombarderos pesados B-52H algo que no pasaba desde
hace décadas; de igual forma, actualmente promueven una revolución de colores
en Bielorrusia después de unas elecciones con el 80% a favor del Presidente
aliado de Rusia, la intención no es más que terminar de romper la hermandad
eslava (Rusia: Madre Patria, Ucrania: Pequeña Rusia y Bielorrusia: Rusia Blanca),
quitándole el único aliado europeo a Moscú y dejando aún más aislado y
desprotegido al enclave ruso de Kaliningrado; para ello Polonia ha llegado a
recibir como presidenta legitima a la candidata opositora, protegida a su vez
en territorio de los países bálticos, en una reposición de los relatos
aplicados en su momento en Ucrania y actualmente en Venezuela.
Por su parte Alemania se
encuentra en una encrucijada con Rusia, por un lado defiende el proyecto del
gasoducto rudo Norstrem 2 para asegurar su provisión rentable de energía,
mientras por el otro se encuentra en la vanguardia del caso Nalvany para
imponer nuevas sanciones contra Rusia y justificar las acciones de la OTAN.
Esto es sumamente peligroso para la paz mundial; al parecer en Occidente
dejaron de temerle al principio de destrucción mutua asegurada y ahora están
jugando con fuego en Europa del este. Para completar la operación tenaza, un
aliado oriental de EEUU revive el diferendo con Rusia por las islas Kuriles,
obedeciendo no solo a sus propios intereses, sino también a los dictámenes del
occidente colectivo en lo que se conoce como la estrategia del bucle de la
anaconda contra el oso ruso. De igual forma en la frontera suroeste de Rusia
este año se intensificaron las diferencias entre Armenia y Azerbayan, creando
la posibilidad muy real de un conflicto armado muy cerca de la nación rusa.
La bomba de tiempo de Asia Occidental: La zona históricamente
denominada por los europeos como medio oriente,
siempre ha sido una región de conflictos permanentes por razones
territoriales, políticas, de recursos, coloniales y religiosas; uno de los más
antiguos y constantes se inicia con la creación del estado sionista de Israel
como garantía para mantener el control europeo sobre la región en el periodo
poscolonial, un hecho que se tradujo de hecho en un nuevo colonialismo de
ocupación que desplaza, destruye y asesina al pueblo y a la cultura Palestina,
en forma sistemática y cruel con la complicidad del mundo occidental, el
respaldo imperial y el silencio connivente de las monarquías árabes, el acuerdo
del siglo sionista-imperial de principios de este año pretende avalar la
ocupación sionista y condenar para siempre las esperanzas del pueblo palestino;
allí en las últimas semanas se concreta la traición de los monarcas del Golfo Pérsico
con su regulación de relaciones con el estado sionista a petición de los EEUU
para legitimar la aplazada ocupación de la Cisjordania, a la vez que impulsa el
influyente voto judío para Trump; no obstante esa es una traición que la
resistencia palestina y la de los pueblos
de esas naciones no pretende olvidar.
En Asia Occidental además están
escalando los conflictos entre Yemen y la agresora Arabia Saudita, que a pesar
de poder militar sufre cada vez más las represalias del gobierno y del
movimiento Ansarola; así como aumenta la presión conjunta entre la población de
Irak, su gobierno y la resistencia, para expulsar la presencia de EEUU y sus
aliados del territorio nacional, fuerzas consideradas como ocupantes hostiles,
quienes en los últimos días han recibido muestras de la voluntad y resolución
de los iraquíes de sacarlos de sus tierras. No hay que olvidar las intenciones
fallidas de EEUU por renovar el embargo de armas contra Irán, y las tensiones
cada vez más altas entre la revolución islámica y los Estados Unidos con sus
aliados; los estadounidenses tampoco han logrado que el Consejo de Seguridad de
la ONU renovará el embargo de armas contra Irán, que vence en Octubre; no
obstante como la venganza del asesinato de estado contra Soleimani aún está
pendiente, Pompeo busca usarla para
fabricar un falso positivo que justifique una nueva agresión “preventiva”
contra el pueblo iraní, acción que no quedaría sin respuesta, y cuya reacción
en cadena comprometería el suministro mundial de petróleo.
Finalmente la guerra subsidiaria
en Siria, disfrazada de guerra civil, en la que gracias a la participación
Rusa, a solicitud del gobierno de Asad, los terroristas han retrocedido en casi
todo el país, aun se refugian en el norte del territorio; la situación está
latente allí, y se complica más con la presencia ilegal de estados extranjeros
de zonas estratégicas dentro del territorio de la república árabe; así está la
muy prolongada ocupación ilegal de Israel en los altos del Golán, y las más
recientes, pero igualmente ilegales, de Turquía en el norte y EEUU en el este, únicamente
motivada por la explotación y saqueo de los recursos petroleros que están
presentes en la región; esto último no es un dato menor, por cuanto se han
estado produciendo roces muy peligrosos entre patrullas militares rusas y
estadounidenses, con ambos lados aumentando su presencia armada en el lugar
(Rusia con la aprobación de Damasco, EEUU ilegalmente).
El Mediterráneo Oriental y el Norte de África; un peligroso juego de
cartas: El diferendo Greco-Turco por la Isla de Chipre y la plataforma
submarina al oriente de la misma, alcanza nuevos niveles desde el
descubrimiento de grandes yacimientos de gas que despiertan la ambición de
ambos países y de las potencias europeas, especialmente de Francia quien acude
en ayuda de Grecia en solitario, al no conseguir involucrar a la U.E; Turquía
por su parte, con su retomado proyecto de recrear un imperio neo-otomano,
desafía a cualquiera a retarlo en sus aspiraciones, sin importar que se trate
de sus socios de la OTAN, lo cual la lleva a enfrentarse y colisionar con los
intereses de Francia también en Libia, país en el cual no solo se vive una
guerra civil por los restos de la antes prospera nación destruida por la OTAN
con fines “humanitarios y democráticos”, de hecho el gobierno con sede en Trípoli
se salva de la derrota gracias al oportuno apoyo turco y avanza contra Haftar
en el oriente libio, lo cual hace aparecer en escena a Egipto que respalda al
Mariscal y amenaza con intervenir si Trípoli y sus aliados turcos atacan a
Haftar cerca de sus fronteras; por su parte Egipto también sube la temperatura
hacia el sur de sus fronteras por el proyecto de la presa de Etiopia
que comprometería seriamente la supervivencia misma de la nación de los
antiguos faraones. Por ahora solo hay guerra en territorio libio, pero están
desplegadas fuerzas de todos los involucrados en todas las fronteras,
terrestres, aéreas y marítimas en territorio libio y los mares Egeo y Mediterráneo
oriental.
Un choque colosos asiáticos que no puede dejar indiferente a nadie: China
e India son dos potencias económicas y militares no solo en su región sino a
escala mundial; ambos miembros del BRICS están en el top de las más grandes
economías del globo y ranqueadas en el GFP como la tercera y cuarta fuerzas
armadas más poderosas del planeta, con el agregado de poseer un importante
arsenal nuclear, no obstante los viejos diferendos territoriales se reavivaron
nuevamente este año en la zona montañosa de Cachemira, en una serie de
episodios que con solo puños y palos ya dejó un saldo importante de bajas en
ambos lados; la posibilidad de conflicto entre tan poderosos adversarios no
puede dejar indiferente al mundo por sus posibles consecuencias. Obviamente que
el interés de ambas naciones no es ni debe ser llegar a una guerra que solo las
debilitaría a ambas y afectaría seriamente la salud de un sistema multipolar
emergente, razón por la cual Rusia (aliado de ambos, aunque India ahora se
inclina hacia EEUU) se ofrece a favorecer el dialogo, mientras que entre
telones, el occidente colectivo, liderado por Estados Unidos, fomenta una
posible confrontación que le ayudaría a frenar el avance chino, que tanto
necesita, a manos de un tercero y a un muy bajo costo para sí mismo.
La Contención del imparable avance Chino como obsesión imperial: Estados
Unidos y sus aliados en Asia y el Pacifico, alianza a la se acerca cada vez más
la India, pretenden crear un cerco para contener al gigante asiático y detener
por todos los medios la iniciativa del cinturón y la ruta; para ello apelan a
los diferendos territoriales en el mar de China meridional y ejercen presión constante
por aire y mar con la excusa de libertad de vuelo y navegación en contra de las
desmedidas pretensiones chinas, colocando esta zona ante la posibilidad muy
real de incidentes que conviertan la llamada nueva guerra fría, hasta ahora
comercial y tecnológica, en una guerra muy caliente que haga hervir las aguas
de ese mar con consecuencias nefastas a escala global; lo cierto es que el
avance chino no parece detenerlo ni la pandemia (apenas si se resintió temporalmente),
como tampoco se detiene el proceso de fortalecimiento de sus fuerzas armadas en
general, y de su flota en particular, lo que obliga a EEUU a apoyarse y
comprometer militarmente a sus socios en la región, hasta el punto de sugerir
la creación de una suerte de OTAN del Indo-Pacifico. La presión y acoso contra
China no solo se hace en el terreno comercial y militar, sino que también se
ejecuta políticamente a través de la injerencia en los asuntos internos como
los de Hong Kong y Taiwán, así como la falsa solidaridad con las minorías del
norte del gigante chino. En respuesta a todos estos movimientos, China devuelve
los golpes en el plano comercial, aumenta el ritmo de fortalecimiento militar y
estrecha sus relaciones con Moscú, que si bien son cada vez más cercanas, aun
no son una alianza con todas las letras, una posibilidad que, con razón,
constituye una de las peores pesadillas del hegemon mundial.
El Neocolonialismo Monroista contra la “liga del mal”: Después de
haber conseguido hacer retroceder el progresismo en América Latina, a través
del engaño, la traición y el golpe de estado en Brasil, Ecuador y Bolivia,
respectivamente, y ante la resistencia de los procesos de Cuba, Nicaragua y
Venezuela, los Estados Unidos ha acudido a las más crueles medidas unilaterales,
a través de las mal llamadas sanciones, para hacer miserables las condiciones
de vida esos pueblos buscando la rendición por hambre, al estilo de los
antiguos sitios y bloqueos de ciudades; aun así al no conseguir en el tiempo
previsto sus propósitos y ante la proximidad de las elecciones de noviembre,
muchos analistas apuntan a que los EEUU, como una sorpresa de octubre, podrían caer en la tentación de intervenir
militarmente, en forma directa o subsidiaria, a través de estados vecinos,
aliados y vasallos imperiales, contra lo que ellos, en su imaginario cultural
han denominado la “liga del mal”, siendo Venezuela el principal candidato a la
agresión, con el fin inmediato de conseguir el voto latino en el proceso
electoral, y el fin último de controlar el territorio y los recursos de la
patria de Bolívar. Un conflicto en estas tierras golpearía no solo a Venezuela
y a todos los involucrados, sino que tendría alcance continental, asestando un
daño terrible a una región que de por sí ya resulta una de las afectadas por la
pandemia y la recesión económica y social que le es inherente.
Luego del repaso, solo queda
esperar, y rezar (aunque no basta rezar para conseguir la paz), para que el año
2.020, ya de por si terrible, solo sea recordado en la historia como el año de
la pandemia de la Covid-19, y no como el año de las guerras, y menos aún de una
gran guerra con consecuencias inasumibles para la humanidad; es necesario
permanecer atentos a estos procesos que, parecen ser agudizados por las partes,
y terceros interesados, aprovechando la cortina de atención que les provee la
pandemia global, cuando el mundo ahora lo que más necesita es solidaridad,
reconocimiento e inclusión. De mi parte, hago votos porque este ruido de sables
y sonido de tambores de guerra, no pase de la exhibición de músculos, a la demostración
real de poder, y se quede simplemente ahí, en el ruido; que prive la sensatez y la diplomacia, sin que
nadie tenga que renunciar o ser despojado de su soberanía y autodeterminación.
Pltgo. MSc. Oswaldo Espinoza.
Docente/investigador UBV-CEPEC.
Investigador asociado del CIM.
Participante de la
Especialización en Epistemologías del Sur de CLACSO.
Administrador de los blogs: https://tableroordenmundial.blogspot.com/
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Colaborador como analista para: Mundo.sputniknews.com,
Alainet.org, Otrasvoceseneducación.org, Analéctica.org, Aporrea.org, Rebelión.org,
Barometrolatinoamericano.blogspot, Cubadebate y Cubainformación.
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